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Una emoción invade a quien decide comenzar una travesía en las profundidades de las cuevas y cavernas del país. Para iniciar el descenso es necesario vestirse con un casco con luz, un overol y hasta guantes, además de preparase mentalmente para lidiar con la sensación de encierro. Los sentidos se agudizan para percibir las frías rocas, espacios estrechos y húmedos o agachar la cabeza para no chocar contra una estalactita donde quizás se escondió un murciélago.
La espeleología es la ciencia de las cavernas que estudia su formación y su interacción con el ambiente, y se pueden conocer a través de expediciones guiadas o como deporte, según afirman los especialistas. En Argentina, el 90 por ciento del patrimonio espeleológico de todo el país se concentra en la Cuenca Neuquina (norte de Neuquén y sur de Mendoza). “Por eso la sede de la Federación Argentina de Espeleología (Fade) se encuentra en esta región”, afirma Carlos Benedetto, presidente de la entidad que en febrero cumplió 20 años de trayectoria. En Córdoba, la actividad se concentra en la localidad de La Falda.
Caverna cordobesa
En Córdoba, la única caverna habilitada para realizar turismo espeleológico es El Sauce, a 8 kilómetros de la ciudad de La Falda, en el Valle de Punilla. Su encargada, Alicia Venovo, comenta que la parte subterránea es un mundo por descubrir que permite entender la superficie. Y explica que para su definición se realizó un estudio de impacto ambiental que permitió determinar el nivel de estabilidad y humedad. Se exploró además su topografía, lo que permitió realizar un mapeo y descripción de los circuitos.
«Realizamos visitas educativas ambientales que permiten descubrir el mundo subterráneo. Es una actividad única”. Alicia Venovo, espelóloga y encargada de la Caverna El Sauce, La Falda.
En esta caverna se pueden realizar dos recorridos: uno básico, de una hora y media de duración, y un segundo nivel más complejo. La cueva tiene mil metros de largo y está compuesta de pequeños pasadizos, lugares estrechos donde se debe pasar agachados, sentados o arrodillados hasta llegar a las salas de mayor tamaño.
“Una cueva es importante espeleológicamente cuando en su interior hay una zona afótica, es decir con luz cero. Allí comienza un mundo donde no hay fotosíntesis, pero hay vida, donde el agua dejó rastros de cómo era el clima en la superficie hace cientos de miles de años”, detalla Benedetto.
Naturaleza profunda
Argentina es un territorio que posee más de 400 cuevas y cavernas registradas, según datos de la Fade, pero son limitadas las que se encuentran habilitadas para el turismo. Su incipiente conocimiento y el avance de actividades mineras y turísticas repercuten en el frágil ecosistema subterráneo. Actualmente, las dos únicas Áreas Naturales Protegidas Espeleológicas del país están en las provincias cordilleranas de Mendoza y Neuquén, en una cuenca geológica, el Área Natural Protegida Cuchillo Curá. Se ubica a 12 kilómetros de la localidad neuquina de Las Lajas y forma parte del sistema de cavernas más importantes de Sudamérica por su extensión y sus especies únicas. Sin embargo, aún no cuenta con los estudios de estabilidad necesarios para ser visitada.
Sí se puede conocer, al sur de Mendoza y a 72 kilómetros de Malargüe, la Reserva Natural Provincial Caverna de las Brujas. El lugar posee un sistema de cavernas donde el científico George Brook identificó una estalagmita de 132 mil años en la que se puede leer, en sus anillos concéntricos, los cambios climáticos del pasado. Su nombre se debe a las leyendas que la rodean y al paisaje desértico que completa la postal con un halo de misterio. La Secretaría de Ambiente de esa provincia recomienda visitarla con un guía habilitado.
Al recorrerla, se puede experimentar la oscuridad absoluta a través de una red de túneles de más de cinco kilómetros.
“En los últimos años nos sumamos a la lucha por la protección del agua pura, ya que es el agua la que alimenta a las cuevas”. Carlos Benedetto, Fade.
Habrá que estar preparados para el esfuerzo físico, cierta agilidad y destreza para transitar cavidades de baja altura o estrechas, atravesar túneles con escaleras y sogas donde se pueden observar estalactitas, estalagmitas y otras sorprendentes texturas en una dimensión donde se pierde la noción del tiempo y el espacio.
No es lo mismo
El turismo espeleológico es la actividad que consiste en la exploración de cuevas y otras cavidades subterráneas naturales. Se puede confundir con el turismo minero o geológico, sin embargo estos dos rubros permiten observar los estratos en diferentes terrenos que representan el pasado y que revelan la historia de la Tierra.
La seguridad primero
Antes de iniciar esta actividad, se debe considerar la condición física. Nunca realizar el ingreso a una cueva en soledad, sino con los expertos habilitados. Verificar el equipo necesario, informarse sobre el recorrido previamente, ser precavido y respetar la cueva. Escuchar al cuerpo y dar aviso en caso de sentir malestar.
Datos útiles
CÓMO LLEGAR. La Caverna El Sauce se encuentra a 8 Km de la ciudad de La Falda, en el Valle de Punilla, a 74 km de la Capital cordobesa, accediendo por RN 38.
PASEOS. Caverna Los Sauces, La Falda. Córdoba. Dos circuitos, uno de nivel básico y otro más complejo de hora y media de duración. Edad: entre 5 y 60 años. Costo: $ 1.000 por persona, incluye el equipo necesario. Con reserva previa por teléfono: 03548-15539139/15632052. Sitio web: www.cavernaselsauce.com.ar.
IMPORTANTE. El calzado es esencial: llevar zapatillas cómodas.
ALOJAMIENTO. En la Falda se puede acceder a diferentes opciones de alojamiento. Desde hoteles, cabañas a campings para todos los presupuestos.
MÁS INFO. Federación Argentina de Espeleología: El Payén 1035, Villa Malargüe, Mendoza, Argentina. E-mail:
ca**************@fa**.ar
. Sitio web: www.fade.org.ar. Secretaría de Turismo de La Falda: Av. Edén 67, La Falda, Córdoba. Teléfono: 03548 – 423007. Sitio web: www.turismolafalda.gob.ar.