Cerca de medio millar de turistas franceses que quedaron varados en Argentina desde que se suspendieron los vuelos comerciales tienen previsto tomar el sábado un avión humanitario que los devolverá a su país, un regreso a casa que para muchos se convirtió en un calvario.
Desde la ciudad argentina de Ushuaia, tras atravesar 3.200 kilómetros en ómnibus y pasar cuatro fronteras, porque la ruta terrestre a Buenos Aires obliga a pasar por Chile, unos 50 turistas franceses llegaron a la capital tras cuatro días de viaje con la ilusión de abordar el avión que debía partir este viernes, contó a la AFP una fuente de la embajada de Francia.
Pero al ser postergado hasta el sábado el vuelo humanitario, sufrieron una larga espera arriba del ómnibus en el aeropuerto de Ezeiza (30 km al sur) hasta que finalmente fueron autorizados a trasladarse a un hotel donde pasar la noche, con la promesa de no salir de allí.
Según la fuente, a lo largo de su travesía, el grupo fue demorado «como 40.000 veces» por operativos policiales en los que se les tomaba la temperatura para constatar su estado de salud, una medida que se extremó con ciudadanos de origen europeo, epicentro de la pandemia por el nuevo coronavirus.
La misma suerte corrieron otras decenas de turistas llegados desde El Calafate, a 2.700 km al sur, y desde Santa Fe, (500 km al norte). Son parte del contingente de 445 pasajeros que se embarcará el sábado de regreso a Francia.