Un equipo internacional de investigadores desarrolló un método para calcular el peso de las ballenas francas a partir de fotografías tomadas desde drones en Península Valdés. El Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) también participa de este importante estudio que aporta mayor conocimiento sobre el estado de salud de las poblaciones de cetáceos, con el fin de contribuir a su conservación.
Debido a su gran tamaño y su vida acuática, históricamente los científicos han tenido que obtener datos sobre la masa corporal de las ballenas pesando individuos muertos o varados. Pero ahora, investigadores de Dinamarca, Argentina y Estados Unidos desarrollaron un novedoso método que publicaron en la revista especializada Methods in Ecology and Evolution.
El método fue desarrollado a partir de las fotografías de 86 ballenas francas australes tomadas desde drones, durante 2018, en las costas de Península Valdés, Chubut.
NUEVAS VÍAS DE INVESTIGACIÓN
Este proyecto es llevado adelante entre el doctor Fredrik Christiansen de la Universidad de Murdoch en Australia, la doctora Marcela Uhart de la Universidad de California, Davis, el doctor Mariano Sironi del Instituto de Conservación de Ballenas (co-directores del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral) y el doctor Michael Moore de Woods Hole Oceanographic Institution. “Conocer el peso de las ballenas abre nuevas vías de investigación, incluido el monitoreo de su crecimiento. En un escenario de cambios globales que afectan la disponibilidad de alimento en los océanos, estas estimaciones pueden ser centrales para la conservación de las ballenas, que dependen de sus reservas de grasa para sobrevivir”, expresó Christiansen.
A partir de las imágenes captadas por los drones, fue posible medir la longitud, el ancho y la altura de las ballenas francas y desarrollar un modelo 3 D que calculó con precisión el volumen corporal. Luego, se consultaron antiguos registros del peso de ballenas francas capturadas por la industria ballenera del Pacífico norte, calculando los pesos parciales del esqueleto, la grasa y los órganos internos.
Combinando toda esta información, se diseñó un factor de conversión del volumen a masa para poder estimar el peso de las ballenas a partir de las fotografías
NO LETAL
“Este método es una demostración más de que la ciencia no letal hoy tiene las herramientas necesarias para estudiar ballenas sin matar ningún individuo más. Además, al ser una técnica benigna y no invasiva, la fotogrametría permite medir la misma ballena muchas veces a lo largo del tiempo, y estudiar el crecimiento y los cambios en la condición corporal, como las reservas de grasa. Cada ballena tiene una historia para contar, y este método científico nos ayuda a interpretar esa historia”, señaló Mariano Sironi.
Por último, la doctora Marcela Uhart señaló que “esperamos aplicar el nuevo método para estudiar la salud y condición corporal de las ballenas de Península Valdés. Por ejemplo, ya estamos usando el modelo para evaluar los impactos del acoso de las gaviotas cocineras que se alimentan de la piel y grasa de las ballenas vivas, sobre la salud y supervivencia de las crías de ballena franca austral. Si las crías con mayor número y tamaño de lesiones causadas por gaviotas son las de menor peso y crecimiento a lo largo de la temporada, tendremos indicios de que efectivamente el parasitismo de las gaviotas impacta negativamente sobre su salud y capacidad de supervivencia”.