Un pedacito de Gales en la Patagonia

· 31 Jul 2020 ·
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Entre hebras de té y construcciones de arquitectura clásica, las callecitas de este pueblo te trasladan a lo que podría ser cualquier pequeña población en el Reino Unido, pero a pocos kilómetros de casa.

Del otro lado del océano

Gales es una nación ubicada en una península al oeste de Gran Bretaña, limita al oriente con Inglaterra y al occidente con los mares de Irlanda.

¿Cómo llegó parte de su cultura a este lado del mundo? Resulta que a finales de 1800 muchos galeses se trasladaron a la zona patagónica en busca de mejores oportunidades para sus familias y rápidamente comenzaron a afincarse y trabajar sus tierras tal como lo hacían en su patria natal, reseñó Voy de viaje.

Sus costumbres, la arquitectura, la tradición y hasta el idioma, se conservan en los pobladores actuales. Una de esas herencias, y quizás la más famosa es el té, que es aquí todo un ritual. Preparar esta infusión es casi un arte y se acompaña en general con una torta galesa; un budín perfumado y oscuro, todo un ícono de Gaiman, del cual cada confitería tiene su propia receta.

El pueblo, además, fue el lugar elegido por lady Di para tomar la merienda, cuando visitó Argentina en 1995, y la confitería donde se sentó luce con orgullo una placa que lo recuerda. La postal se completa con los pinos, el aire fresco y la atmósfera pueblerina que se percibe en la tranquilidad de sus alrededores.

En medio de este panorama la única inquietud es ¿Cómo hacer para probar los menús de todas casitas de té?

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